A comienzos de los años 90, Marvel se encontraba en bancarrota y se vio obligada a vender los derechos cinematográficos de muchos de sus personajes a diferentes estudios de cine. Universal Pictures, Sony y 20th Century Fox fueron durante muchos años los que tuvieron la “patria potestad” de los héroes más importantes de la editorial, entre los que destacan especialmente Spider-Man, X-Men y Los Cuatro Fantásticos.
Con el tiempo, muchos de estos derechos de explotación fueron caducando y Marvel también fue recuperando poco a poco muchos de los personajes cuya custodia se había obligado a ceder. Posteriormente nacería Marvel Studios (conocida como Marvel Films de 1993 a 1996, y actualmente propiedad de Disney), que se propuso crear un universo compartido de películas, lo que ahora conocemos como Universo Cinematográfico de Marvel (UCM).
A pesar de participar en la producción de las franquicias arácnidas y mutantes, los fans ansiábamos la integración de nuestros personajes favoritos en el maravilloso universo compartido que llevamos disfrutando desde hace ya más de diez años. En 2018 se produjo finalmente el traspaso de los derechos de parte de Fox a Marvel y ya en 2019 podremos ver cómo se materializa este sueño largamente acariciado.
Os proponemos un recorrido por la historia de los personajes de Marvel en el cine, desde las famosísimas versiones de Fox y Sony que ya conocemos (y adoramos, en su mayoría), hasta otras muchas que van desde lo ridículo a lo sublime. Make Mine Marvel!
1. Captain America (1944)
En sus años de mayor popularidad, durante la conocida como Golden Age del cómic estadounidense, el Capitán América debutó por primera vez en la gran pantalla en 1944 en forma de serial cinematográfico gracias a la productora Republic Pictures. Aunque se estrenó y emitió en cine, su formato serializado nos ha llevado a incluirla en este artículo sobre series de televisión.
Destinado principalmente al público más joven, este serial en blanco y negro tuvo un total de quince capítulos de un cuarto de hora de duración dirigidos por John English y Elmer Clifton. Fue la última serie que Republic Pictures hizo sobre un superhéroe, además de la serie más cara jamás hecha por la productora.
Esta versión del Capitán América se parecía muy poco al personaje creado por Joe Simon y Jack Kirby para la editorial Timely (predecerosa de Marvel). El productor William O’Sullivan decidió prescindir del escudo y las alas en los laterales de la máscara, le dio una pistola y cambió la identidad civil del Capi de Steve Rogers al fiscal del distrito Grant Gardner, interpretado por el veterano Dick Purcell.
2. Howard the Duck (1986)
George Lucas se alió con Steve Gerber (creador del personaje) y sus amigos Willard Huyck y Gloria Katz para un proyecto que inicialmente iba a ser de animación y que supuestamente iba a respetar el tono satírico y social de los cómics. Finalmente, por mandato de la productora, se convirtió en un proyecto de imagen real con un pato antropomorfo llamado Howard (Ed Gale), que acaba en la Tierra desde su planeta natal Duckworld y se hace amigo de la estrella de rock Beverly Switzler (Lea Thompson). Los resultados fueron desastrosos.
Los efectos visuales, cortesía de Industrial Light & Magic y el diseño del monstruo final, animado por stop-motion, son francamente lo mejor de la película, y una de sus pocas virtudes. Sin embargo, fue nominada para 7 Razzies en 1986 y ganó cuatro: Peor Guión, Peores Efectos Visuales, Peor Nueva Estrella y Peor Película.
Además de tener el honor de ser la primera película sobre un personaje Marvel, es frecuentemente considerada como una de las peores películas jamás hechas y un fracaso estrepitoso entre el público. Sin embargo, se ha convertido en una película de culto con el paso del tiempo, lo que llevó a que el personaje apareciera por sorpresa en la escena post-créditos de Guardians of the Galaxy (2014).
Inicialmente, se eligió a un niño para estar dentro del traje del pato. Desafortunadamente, el disfraz era demasiado claustrofóbico e incómodo y la idea fue rápidamente desechada.
La productora estableció un número de teléfono, 1-900-410-DUCK, al que los fans podían llamar para escuchar uno de los cuatro mensajes pregrabados del propio Howard, en los que conversaba con otros personajes de la película, cantaba un rap y hacía un montón de juegos de palabras. Estos mensajes se pueden encontrar en YouTube.
3. The Punisher (1989)
En esta primera adaptación de The Punisher a la gran pantalla, la película cambió varios detalles del personaje, incluyendo sus orígenes y el hecho de que no utiliza su característica calavera, lo que fue muy criticado, además de otros aspectos como los pésimos efectos especiales y las lamentables actuaciones.
Dirigida por Mark Goldblatt y protagonizada por Dolph Lundgren, Louis Gossett, Jr y Jeroen Krabbé, la falta de medios, el horroroso montaje y la poca fidelidad a la historia original lastran una historia con algunas subtramas y recursos bastante buenos.
Hay que reconocer que Lundgren se mete bastante bien en el rol y es de recibo reconocer su labor como una de las primeras caras del Punisher fuera de los cómics.
4. Captain America (1990)
La primera gran producción moderna sobre el Capitán América es una coproducción estadounidense y yugoslava que incluye momentos claves de la historia del personaje: sus orígenes durante la Segunda Guerra Mundial, su enfrentamiento con Red Skull, el congelamiento y su resurrección.
Sin embargo, la película es francamente mala y fue vapuleada por la crítica. Se lanzó directamente a vídeo en EE. UU, a pesar de ser lanzada internacionalmente en cines.
Como dato anecdótico, mencionar que Steve Rogers / Capitán América fue interpretado por Matt Salinger, pero el papel le fue originalmente ofrecido a Val Kilmer.
5. The Fantastic Four (1994)
A pesar de no llegar a estrenarse oficialmente, The Fantastic Four se convirtió en un clásico de culto casi instantáneo, gracias a los jaleos en torno a la producción, ya que el producto final, especialmente los efectos especiales y las actuaciones de los actores, dejaban bastante que desear. No olvidemos que Roger Corman estuvo involucrado en la producción.
Como curiosidad, Mark Ruffalo fue una de las personas que se presentó a la audición para el papel de Victor Von Doom. Stan Lee nunca tuvo fe en el proyecto, cuyo guión fue escrito en tan sólo tres días y se estima que el presupuesto no llegaba ni al millón y medio de dólares. Ni el propio director sabía cuando aceptó encargarse del proyecto que todo era una estratagema para no perder los derechos sobre los personajes y que la película nunca estuvo destinada a ver la luz.
Muchos años después, Arad confesaría que ante el miedo de que una película de tan bajo presupuesto abaratara la marca, compró la película por un par de millones de dólares en efectivo y ordenó que se destruyeran todas las copias. Afortunadamente, alguien recuperó una copia, hizo impresiones y comenzó a distribuirla en convenciones y en Internet. Los fans se volvieron locos.
6. Blade (1998)
Dirigida por Stephen Norrington y escrita por David S. Goyer, la película está protagonizada por Wesley Snipes en el papel de Blade, con Stephen Dorff, Kris Kristofferson y N’Bushe Wright en papeles secundarios.
Tomando diferentes elementos de la mitología del cómic, introdujo a un personaje (interpretado por Kris Kristofersson) que había aparecido en la serie de animación de Spider-Man, modificó a otros como Deacon Frost, el vampiro interpretado por Stephen Dorff, y convirtió a Blade en un medio vampiro con la práctica totalidad de las habilidades de éstos pero sólo una de sus debilidades, la sed de sangre. Por otro lado, el cuero heredado de Matrix marcaba la estética de la película.
Blade fue una clara apuesta de Marvel para recuperar su prestigio cinematográfico ante una serie de circunstancias que hacían prácticamente inviable adaptar cualquiera de sus pesos pesados.
Avi Arad buceó en el panteón de personajes secundarios de la editorial y se decidió por Blade debido al buen funcionamiento que en aquella década habían tenido tanto Bram Stoker’s Dracula (1992) de Francis Ford Coppola como Interview with the Vampire (1994) de Neil Jordan.
7. X-Men (2000)
Bryan Singer fue el encargado de llevar a los X-Men al cine, pero como se supo tiempo después, “renegó” de los cómics como inspiración para su trabajo y el de los actores. Incluso prohibió los cómics en el set de rodaje, empeñado en hacer “más profundos” a los personajes.
Protagonizada por Hugh Jackman, Patrick Stewart, Ian McKellen, Anna Paquin, Halle Berry, Famke Janssen, Bruce Davison y James Marsden, la premisa de la historia se resume en la frase que aparece en el cartel de la película. “Confía en unos pocos, teme al resto”.
Aunque todos la recordamos con cariño y le debemos el habernos regalado al (hasta ahora) mejor Wolverine en carne y adamantium jamás visto, la película no es especialmente brillante en ninguna de sus facetas, aunque supuso una más que digna presentación oficial del universo mutante en la gran pantalla.
No sólo mantuvo la esencia de los personajes del cómic, sino que sirvió para modernizar su imagen adaptándola a los nuevos tiempos. La caracterización es uno de sus puntos fuertes y se asienta en gran parte en los poderes de cada uno de los mutantes que aparecen en pantalla.
8. Blade II (2002)
Escrita nuevamente por David S. Goyer y dirigida por Guillermo del Toro, la película cuenta cómo el cazador de vampiros Blade (Wesley Snipes, cada vez más metido en el personaje) debe firmar su más peligrosa alianza con sus enemigos para terminar con una amenaza superior, la de una raza más poderosa de chupasangres que amenaza con destruir la ya de por sí conflictiva coexistencia entre humanos y vampiros.
Fue un éxito de taquilla y está repleta de espectaculares escenas de acción, aunque su guión y la falta de desarrollo del personaje es uno de sus puntos flacos.
Aunque sea un proyecto de encargo, el toque del director mexicano es evidente en todos y cada uno de sus fotogramas, que destilan el espíritu de un colorido cuento macabro.
Un héroe afroamericano, una princesa latina, vampiros y artes marciales. ¿Se puede pedir más?
9. Spider-Man (2002)
El Spider-Man de Sam Raimi se convirtió en la película más taquillera durante su primer fin de semana, fue la que más ingresos generó en Estados Unidos en 2002, y se convirtió en su momento en uno de los diez largometrajes más taquilleros de la historia. Pero lo más importante… ¡por fin pudimos disfrutar en todo su esplendor del Hombre Araña en pantalla grande!
La película tiene un tono introductorio excesivo que afecta a la rivalidad entre el héroe y el Green Goblin, pero destaca por su espectacularidad visual y una memorable banda sonora de Danny Elfman. Cuando aún no había eclosionado la enorme popularidad de los superhéroes en el cine, ya se empezaban a ponerse los primeros cimientos del auténtico fenómeno que llevamos ya unos cuantos años disfrutando.
Tobey Maguire no es un actor especialmente carismático y funciona mucho mejor como torpe Peter Parker que vistiendo las mallas del héroe arácnido.
Por otro lado, el horrible diseño del traje del villano y algunos efectos especiales que dejan un poco que desear no empañan un entretenimiento espectacular que a muchos nos hizo felices al ver cumplido por fin un sueño de la infancia largamente acariciado. ¡Ver a Spider-Man balanceándose por Nueva York no tiene precio!
10. Daredevil (2003)
Aunque Fox había adquirido los derechos del personaje en 1997 y se habló de Chris Columbus como director, la delicada situación por la que pasó Marvel a finales del siglo pasado provocó que la compañía dejara escapar la oportunidad de llevar a la gran pantalla al Hombre sin Miedo, y tras pasar por las manos de Sony, fue finalmente New Regency quien puso en marcha la adaptación al cine de Daredevil con Mark Steven Johnson como guionista y realizador.
Este amago de drama urbano de acción sufre principalmente por la absoluta falta de carisma de casi todos sus protagonistas, siendo el caso más evidente el del propio personaje principal, encarnado por un Ben Affleck que constituye uno de los mayores errores de reparto que hemos sufrido nunca en una película Marvel.
Además, su nula química con Jennifer Garner (que curiosamente se convertiría en su mujer posteriormente) resta cualquier atisbo de credibilidad a una de las relaciones más emblemáticas y pasionales del mundo del cómic, la de Daredevil y Elektra.
Un histriónico e irritante Colin Farrel como Bullseye y un Michael Clarke Duncan fuera de lugar como Kingpin, palidecen aún más si los comparamos con las versiones que hemos visto en la serie de televisión de Netflix, que nos ha ofrecido, sin lugar a dudas, la versión definitiva del personaje.
11. X2 (2003)
La base de la película vuelve a ser la supervivencia de los mutantes como especie frente a la segregación y la discriminación, con dos posturas radicalmente opuestas (Magneto y Xavier) que se ven obligadas a abrazar sus diferencias en pro de su subsistencia.
Wolverine se convierte nuevamente en el eje fundamental, ahondando en su historia personal y en su conflicto con el villano al que da vida un magistral Brian Cox.
Uno de los grandes aciertos de la película es el paralelismo que hace entre la Ley de Control de Mutantes y las injerencias del poder en la esfera pública derivadas del férreo control que impuso el gobierno estadounidense tras el 11-S. Sin duda, la mejor aportación de Singer a la fanquicia.
12. Hulk (2003)
Coincidiendo con la última producción para televisión que cerraba las aventuras del personaje interpretado por el tándem Bixby/Ferrigno, los productores Gale Ann Hurd y Avi Arad comenzaron a desarrollar un proyecto que estuvo casi desde sus comienzos ligado a la Universal.
Esta mezcla entre drama psicológico, tragedia griega y entretenimiento sin pretensiones no consigue fusionar su parte más “seria” con aquella que es puro espectáculo. Por un lado, ahonda en la atormentada psique de los Banner (padre e hijo); por otro, es un derroche de acción y efectos visuales al más puro estilo palomitero.
La elección de Ang Lee demuestra ser a todas luces un error, debido a un exceso de “personalidad” que el realizador asiático imprime a un metraje que se empeña constantemente en acercar de forma un poco forzada dos formas muy diferentes de entender la narrativa secuencial.
Fracaso comercial relativo, la película no sabe aprovechar su inmenso potencial y es una triste oportunidad perdida para la que fue la primera incursión del Goliat Esmeralda en la gran pantalla.
13. The Punisher (2004)
Tras el éxito de Spider-man y X-Men, se abrió la veda de las películas de superhéroes en un intento de volver a hacer respetable al género. Esta película es una de las primera producciones de Marvel Studios y funciona independiente del resto de su Universo Cinematográfico.
Con Thomas Jane y John Travolta en los papeles principales, el director Jonathan Hensleighse utilizó algunos (muy pocos) elementos de la fabulosa etapa de Garth Ennis al frente del personaje para hacer una interesante pero convencional película de acción con un guión bastante mediocre que no sacaba todo el provecho del personaje.
Un tajante recorte de presupuesto obligó a modificar planes, guión y localizaciones para abaratar costes, lo que se plasmó en cambiar la génesis del personaje, que pasó de veterano de guerra a agente del FBI, Además, desaparecieron del guión personajes de los cómics como Microchip o el villano Jigsaw.
El Frank Castle de esta película es un tipo leído, que habla varios idiomas, bastante fino y refinado. En un intento de justificar al héroe a toda costa, se le presenta como un policía traicionado por el propio sistema que decide comenzar su cruzada contra el crimen como venganza por la muerte de su familia.
Lo que está claro es que Thomas Jane borda su papel, que retomaría (apócrifamente) para un corto llamado Dirty Laundry (2012), donde demostraría que con una historia en condiciones daba la talla sin lugar a dudas.
14. Spider-Man 2 (2004)
David Koepp, Michael Chabon y Alvin Sargent son los encargados de un brillante libreto que, gracias a la espléndida dirección de Raimi, se convierte, no sólo en una secuela que supera a la película original, sino en uno de los mejores filmes de superhéroes de todos los tiempos.
Un inconmensurable Alfred Molina es la estrella de la función, dando vida a Otto Octavius, un ambiguo Doctor Octopus que nos regala escenas tan memorables como la secuencia del quirófano y una pelea con Spidey encima de un tren que quita el hipo.
15. Blade: Trinity (2004)
Tras el éxito cosechado por la segunda entrega, New Line volvió a apostar por el cazador de vampiros interpretado por Wesley Snipes en una tercera parte destinada a cerrar la trilogía y abrir, según la pretensión original de David Goyer, una nueva franquicia centrada en los Nightstalkers, el grupo de cazadores de vampiros que encabezan las dos adiciones más notables del reparto de esta mediocre película.
Goyer mete la pata en sus dos facetas de guionista y director, desaprovecha totalmente al personaje de Blade y nos hace sufrir un Drácula de pacotilla “interpretado” por un Dominic Purcell sin ningún tipo de carisma o empaque.
Wesley Snipes (que también era productor) denunció a New Line un año después del estreno, aduciendo que no había percibido su salario completo, que se habían limitado sus decisiones en lo que al reparto y rodaje se refería y que su protagonismo se había visto disminuido exageradamente en favor de los Nightstalkers.
Siendo sinceros, lo mejor de la película son los personajes de Abigail Whistler (Jessica Biel) y Hannibal King (Ryan Reynolds). Concretamente, el futuro Deadpool se come la pantalla interpretando con gran acierto a un personaje sarcástico que se erige en lo mejor de la función.
16. Elektra (2005)
En Daredevil, la asesina Elektra era tan sólo una secundaria de lujo, pero los jefazos de la productora decidieron que tenía potencial suficiente como para protagonizar un spin-off en solitario. Así, en 2005 se estrenaba Elektra, con Jennifer Garner repitiendo el papel.
Aunque su mezcla de sensualidad y agresividad la hacía parecer ideal para el papel, la actriz de Alias sólo aceptó la propuesta por estar obligada por contrato a interpretarla.
Elektra es considerada como una de las peores películas basadas en un personaje de Marvel y una de las peores películas de superhéroes de todos los tiempos. Eso sí, no llega la nivel de Catwoman (2004), estrenada un año antes. Garner consigue meterse en el papel y sus coreografías son bastante decentes, pero hay muchos elementos que entorpecen el ritmo y lastran enormemente el resultado final. El guión y el tratamiento de los personajes tampoco son para tirar cohetes, al contrario.
El nivel de violencia iba a ser mucho mayor, pero se restringió para que la película fuese apta para todos los públicos. Como curiosidad, se apunta una curiosa habilidad de Elektra para prever el futuro, pero no acaba de estar bien desarrollada ni llegar a ningún sitio.
17. Fantastic Four (2005)
Las limitadas cualidades narrativas como director de Tim Story contribuyen al aspecto de telefilm pobre que desprende la película, con un diseño de producción acartonado, unos diálogos vergonzosos y un villano tan excelso como el Doctor Doom convertido en una triste parodia de sí mismo. Cuánto hemos sufrido los fans de este personaje y qué necesidad hay de ver por fin reflejado en la gran pantalla el carisma de uno de los mejores villanos de ficción de todos los tiempos.
El actor Michael Chiklis hace todo lo posible por resultar creíble tras las múltiples capas de prótesis bajo las que está atrapado, pero su aspecto es francamente lamentable. Eso sí, hay bastantes golpes de humor especialmente entre Johnny y Ben, que bordan la divertida dinámica que tienen en los cómics.
Por otro lado, lo mejor de la película es Chris Evans, años antes de convertirse en el mejor Capitán América de todos los tiempos. Su transformación en la Antorcha Humana es realmente espectacular y muestra los mejores efectos especiales de toda la película.
En su momento fue una auténtica decepción para los fans del grupo, pero no deja de ser una propuesta entretenida y con algún momento espectacular.
18. X-Men: The Last Stand (2006)
Último capítulo de la primera trilogía de los X-Men, la película de Brett Ratner es un auténtico despropósito en más sentidos de de los que nos gustaría admitir. La trama de Fénix Oscura está totalmente desaprovechada y a pesar de una (siempre) imponente y estupenda Famke Janssen, no hace honor a una de las historias más importantes e influyentes de la historia del cómic.
Varios personajes mueren (de mala manera) durante una película floja y decepcionante que adopta un frustrante aspecto de fin de saga. Tendríamos que esperar unos años para recuperar el interés por los mutantes, mientras los aficionados empezábamos a estar comprensiblemente enfadados con Fox.
19. Ghost Rider (2007)
Una de las más flojas traslaciones de un superhéroe de Mavel a la gran pantalla, Ghost Rider fue dirigida por Mark Steven Johnson (responsable del guión y dirección de Daredevil y del guión de Elektra) y protagonizada por Nicholas Cage, Wes Bentley, Eva Mendes, Peter Fonda y Sam Elliott, entre otros.
Nicholas Cage, frustrado por no haber podido conseguir su sueño de encarnar a Superman, pudo quitarse la espinita de interpretar a un personaje de cómic al meterse en la piel de Johnny Blaze. Recordemos que el actor es un gran aficionado a los cómics.
La película lo tiene todo: malas interpretaciones, diálogos ridículos, una historia que no va a ningún lado y unos efectos especiales un tanto forzados que, sin embargo, son lo mejor de la función. Pero a nosotros nos encanta Nicholas Cage pasado de rosca, qué le vamos a hacer…
Curiosidades varias: Peter Fonda, uno de los actores de la mítica Easy Rider (1969) interpreta a Mefistófeles y la moto original del personaje de Johnny Blaze antes de que se transforme es una réplica exacta de una de las de la película de Dennis Hooper.
20. Spider-Man 3 (2007)
Personalmente, me duele hablar de esta película. Como fan del personaje y de las dos primeras entregas de la trilogía de Raimi, no pude más que llevarme las manos a la cabeza cuando asistí impávido a una trama sin el más mínimo interés, llena de imperdonables incongruencias argumentales, un metraje alargado en exceso y la penosa adaptación de dos villanos que no lucen como se merecen.
Los personajes principales (Peter, Mary Jane y Harry) están en envueltos en un triángulo amoroso cansino y desconcertante, mientras la supuesta lucha interna del héroe le hacía debatirse entre hacer el bien y un “lado oscuro” recién descubierto… y bastante lamentable.
La película más floja de la trilogía, con poca acción, demasiados villanos y poco metraje para el personaje más esperado por los aficionados, un Venom que queda relegado durante demasiado tiempo y al que vemos demasiado poco… y mal.
Sin embargo, fue un tremendo éxito de taquilla a pesar de las duras críticas que recibió. Raimi tenía planes para una cuarta e incluso quinta películas y su salida sólo se debió a incompatibilidades de agenda. Con Raimi fuera, Sony decidió dar nuevos aires a la franquicia y decidió reiniciar las aventuras del personaje.
21. Fantastic Four: Rise of the Silver Surfer (2007)
A pesar las numerosas críticas que obtuvo la primera película, Fox decidió seguir intentando dar en la diana con una secuela más ambiciosa y espectacular, centrando la trama en una de las historias más memorables del grupo: la llegada de Galactus.
Silver Surfer, heraldo de Galactus, cobra vida gracias a la estilizada fisonomía de Doug Jones, los impresionantes efectos visuales de Weta y la soberbia voz de Laurence Fishburne. El personaje es lo mejor de la película, roba el protagonismo cada vez que aparece en pantalla y protagoniza dos de las secuencias más memorables: la frenética persecución junto a la Antorcha Humana por los cielos de Nueva York y el clímax final. Su cuerpo maleable se asemeja al mercurio y es más cercano a la versión Ultimate que a la original.
Tim Story repitió como director, y los cuatro miembros de la Primera Familia volvieron a ser interpretados por Ioan Gruffudd (Reed Richards), Jessica Alba (Susan Storm), Chris Evans (Johnny Storm) y Michael Chiklis (Ben Grimm).
La película fue un fracaso, tanto en lo comercial como en lo artístico. Como puntos positivos, tiene bastante ritmo y mucha acción, aparece el Fantasticar… e incluso Ben cita a su tía Petunia. Pero aún así, no puede ocultar su guión simplote y el desganado tratamiento de los personajes. Es entretenida, sí, pero también olvidable.
22. Punisher: War Zone (2008)
Ocho años antes de que Frank Castle estrenara su serie de televisión cortesía de Netflix (interpretado soberbiamente por Jon Bernthal), Marvel creó el sello Marvel Knights para hacer “cine de superhéroes para adultos”, lo que dio como resultado una nueva película del personaje.
Ray Stevenson sustituyó a Thomas Jane como protagonista y Lexi Alexander fue la responsable de dirigir este reinicio de la franquicia, mucho más violento y gore que lo visto anteriormente. Disparos, sangre por doquier… y un guión que daba vergüenza ajena y que no encuentra un equilibrio entre el drama y el humor negro.
El Frank Castle de Punisher: War Zone es muy parecido al de los cómics de los años 80, pero mucho más bestia y cruel. Stevenson encaja físicamente en el aspecto del brutal vigilante, pero sus (escasos) diálogos no hacen justicia a su actuación.
En Estados Unidos fue un estrepitoso fracaso, consiguiendo la peor cifra en taquilla de una película de Marvel, por debajo incluso de Howard y Elektra. En el mercado extranjero únicamente salió en formato doméstico (DVD y Blu-Ray), un formato dedicado a películas en las que ni la propia compañía confía.
23. X-Men Origins: Wolverine (2009)
Dirigida por Gavin Hood, la película peca de un guión muy endeble (siendo generosos), una línea temporal que empezaba a ser más que incomprensible y, sobre todo, la poca vergüenza de los personajes de Gambit y, sobre todo, Deadpool. Mítica y descacharrante la broma a costa de este despropósito en una de las hilarantes escenas post-créditos de Deadpool 2 (2018).
El propio Hugh Jackman quedaría tremendamente decepcionado con la película, que recibió palos por todos lados, tanto de la crítica como del público. Olvidable y ofensiva para los fans de la franquicia.
24. X-Men: First Class (2011)
Esta especie de precuela o reinicio de la franquicia dirigida solventemente por Matthew Vaughn nos devolvió la ilusión por los X-Men y sirvió también para (intentar) aclarar ciertas dudas sobre su confusa línea temporal. El hecho de que la trama se desarrolle en los años 60 (en plena Guerra Fría) es un verdadero acierto y tiene más elementos de las películas de espías que de superhéroes.
Además de inyectar nueva savia en la saga incorporando un elenco de jóvenes intérpretes, se retrotrae al pasado para explicar el conflicto entre las dos facciones de mutantes, desarrollando el comienzo de la relación entre Charles Xavier y Erik Lensherr.
Existe una gran química entre los carismáticos James McAvoy y Michael Fassbender y las escenas compartidas por los dos actores son lo mejor de la película. El punto de partida y la clave para comprender todo lo que sucede es el desarrollo del personaje de Erik Lensherr desde que es un niño, consolidando a Magneto como uno de los personajes más interesantes del universo mutante.
25. Ghost Rider: Spirit of Vengeance (2011)
Dirigida por Brian Taylor y Mark Neveldine (perpretadores de Crank), la película fue recibida con críticas tan malas (o peores) como su predecesora, lo que puso punto y final (por ahora) a la carrera del Motorista Fantasma en la gran pantalla.
Ghost Rider: Spirit of Vengeance no se puede clasificar como una película típica de superhéroes, sino como un divertimento de serie B más entretenido de lo que parece a primera vista.
Los desvergonzados directores se lanzan a un desprejuiciado y gamberro delirio visual, con un fascinante diseño de producción que apura su escaso presupuesto, pero se ve limitado por las constricciones del estudio y un argumento simplón a cargo del cansino David S. Goyer.
Fascinante, frenética, sucia, esquizoide… Nicholas Cage sigue en su línea, pero quienes realmente destacan son Idris Elba, Ciarán Hinds y un irreconocible y trasnochado Christopher Lambert.
26. The Amazing Spider-Man (2012)
The Amazing Spider-Man demostró que una franquicia aparentemente agotada aún podía dar mucho de sí, gracias especialmente a una falta de gravedad y una naturalidad que nos hace empatizar desde el comienzo con la historia y los personajes. Marc Webb dirige de forma bastante notable, mientras que el guión cuida bastante los diálogos y el devenir dramático de los acontecimientos.
Andrew Garfield no termina de encajar del todo físicamente en el rol de nerd de instituto, pero su talento interpretativo y su carisma hacen de él un estupendo Peter Parker. Por su parte, Emma Stone está genial como Gwen Stacy, combinando inteligencia y encanto en un personaje que no se hace cargante.
La relación entre Peter y Gwen es uno de los aspectos más conseguidos de la película, gracias a la innegable química entre Andrew Garfield y Emma Stone, que por aquella época eran pareja en la vida real.
El diseño del Lagarto (Lizard), el villano de la historia, es poco atractivo y muchas secuencias de acción son demasiado oscuras.
27. The Wolverine (2013)
The Wolverine (titulada Wolverine Inmortal en Hispanoamérica y Lobezno Inmortal en España) está dirigida por James Mangold y se basa (remotamente) en la magistral miniserie “Honor” de Chris Claremont y Frank Miller.
Y decimos remotamente, porque volvieron a jugar cruelmente con nuestro corazoncito de aficionados haciéndonos creer que íbamos a ver algo mínimamente parecido a la maravillosa historia que hemos mencionado anteriormente.
Repleta de buenas secuencias de acción, la historia se centra en la búsqueda del equilibrio por parte del atormentado protagonista, que se debate entre el sentimiento de culpa y la necesidad de reencontrarse a sí mismo y encontrar una motivación vital. El romance con Mariko resulta bastante forzado y nos hace recordar con añoranza esta trágica historia de amor tal y como la disfrutamos en los cómics.
No hay un villano que se erija como verdadera némesis de Logan y el personaje de Víbora no encaja por ningún lado. Su ritmo soporífero desemboca en un final excesivo y confuso que nos deja (aún más) desolados ante el futuro de la franquicia.
28. The Amazing Spider-Man 2 (2014)
Siguiendo la misma estela que su predecesora, pero potenciando el drama y el romance y con toques de humor teenager, su mayor problema es el exceso de tramas y subtramas y un tono que oscila entre lo solemne y lo camp. Marc Webb repitió como director, al igual que los personajes principales, añadiendo a un lamentable Electro (Jamie Foxx) y a un irreconocible Green Goblin (Dane DeHaan).
Las secuencias de acción acaban siendo reiterativas y artificiosas, y el ritmo acelera precipitadamente en su recta final, dejándonos con una sensación de premura y atropellamiento, como si hubiese que cerrar tramas de la mejor (y más rápida) forma posible.
La frescura en los personajes se pierde un poco debido a un exceso de efectos especiales y a cierta falta de cohesión interna. El Spider-Man fanfarrón y chistoso del cómic está más presente que nunca, pero el personaje se ve obligado a madurar tras ser golpeado por la tragedia, en una escena que nos hace vibrar casi tanto como aquella que marcó a toda una generación: la muerte de Gwen Stacy.
En 2015 se anunció la unión entre Sony Pictures y Marvel Studios por los derechos de Spider-Man, con la condición de que el personaje pasaría a formar parte del UCM. lo que supuso la paralización de los planes para una tercera entrega y la salida de Andrew Garfiel. El resto, como se suele decir, es historia.
29. X-Men: Days of Future Past (2014)
La película echa mano del estimulante recurso de los viajes en el tiempo para unir a las dos generaciones de X-Men con Wolverine como principal elemento de unión. Logan debe viajar en el tiempo y tratar de alterar el curso de los acontecimientos transformándose en la última esperanza de los mutantes como especie.
Bryan Singer regresó a la franquicia, reiniciando en cierta forma los acontecimientos posteriores a su anterior acercamiento a la saga (X2), realizando un verdadero ejercicio de reordenación de los acontecimientos y estableciendo una nueva cronología para la saga, de cara a competir con el Universo Cinematográfico de Marvel.
Además de un guión bastante afinado, brillantes interpretaciones y espectaculares escenas de acción, uno de los grandes aciertos de la película es la dirección artística, que recrea primorosamente la época en la que está ambientada la historia (los años 70).
29. Fantastic Four (2015)
A pesar de que la película empieza bastante bien presentando a sus personajes de forma reposada y bien planteada, como si de un largo prólogo se tratase, nada nos puede preparar para el desastre que nos espera desde su segunda mitad hasta el calamitoso final.
La regrabación y el recorte de escenas es más que evidente. La poca calidad de los efectos especiales, los vergonzosos diálogos y la premura para llegar a un supuesto espectacular clímax son muestra de las polémicas divergencias creativas que hubo durante todo el rodaje y que han llevado a que casi todos sus implicados renieguen de ella, incluyendo su propio director, Josh Trank.
No sólo se toma bastantes licencias con respecto a los cómics, incluyendo el polémico cambio de etnia de la Antorcha Humana, sino que el vergonzoso aspecto digital de La Cosa (sin pantalones) y el bochornoso aspecto de alguien que nos quieren hacer creer que es el Doctor Doom (en la peor caracterización del personaje en el cine hasta el momento), palidecen ante un precipitado desenlace con menos sentido y enjundia que unos dibujos animados de serie Z.
Fantastic Four parece estar compuesta por dos mini películas totalmente diferentes, cada una con una temática y espíritu totalmente opuesto, lo que crea una incoherencia que hunde totalmente el resultado final.
30. Deadpool (2016)
Deadpool fue un auténtico soplo de aire fresco para el cine de superhéroes y el público la recompensó convirtiéndola en la película calificada R más taquillera de la historia a nivel mundial.
La calificación R en Estados Unidos limita el acceso al público menor de 17 años, pero permite ser mucho más provocativo y tener una libertad creativa mayor. El resultado es una avalancha de bromas sin cortapisa alguna y una violencia sin edulcorar que es tremendamente fiel al espíritu del personaje, pero que está perfectamente integrada en el tono desenfado de la película.
Una película brutal, sorprendente y tremendamente divertida que sabe aprovechar los puntos fuertes del mercenario bocazas del cómic, que aquí está interpretado por un absolutamente entregado Ryan Reynolds, que demuestra que ha nacido para interpretar al personaje. Tanto la película como el actor se permiten jugar constantemente con el público, rompiendo la cuarta pared y dejándonos gags para el recuerdo.
Abrazando sin miedo lo políticamente incorrecto, la película de Tim Miller lleva su estilo gamberro hasta sus últimas consecuencias.
31. X-Men: Apocalypse (2016)
La última entrega dirigida por Brian Singer es un auténtico caos con enormes dificultades para gestionar a tantos superhéroes al mismo tiempo, además de un exceso de efectos especiales que no aportan más que confusión y relegan a un segundo plano a personajes interesantes que no acaban de encontrar su momento de lucimiento en la historia.
La historia de amor frustrada de Xavier con Raven, Eric dudando por enésima vez entre el bien y el mal, el tormento de Jean Grey y un Apocalipsis aburrido y ridículo son algunos de los peores puntos de una narrativa incoherente y desastrosa.
Singer vuelve a demostrar que le importa muy poco el material original de los cómics, y sigue empeñado en darnos su propia y fallida versión de los personajes y acontecimientos. En este caso, la intención ese retomar y culminar las tramas de los personajes veteranos y renovar nuevamente la saga con una segunda generación destinada a tomar el relevo en una nueva aventura ambientada en los años 90, tal y como se apunta en la escena post-créditos.
32. Logan (2017)
Considerada por muchos como la mejor película del universo X-Men, Logan es ciertamente una película de superhéroes muy diferente a las habituales superproducciones de Hollywood. Debido al éxito de Deadpool (2016) y a la insistencia de Jackman (que aceptó rebajarse el salario) Fox aceptó que la película tuviese una calificación R de cara a tener una mayor libertad creativa.
A pesar de su ritmo reposado, hay varias escenas de acción impresionantes, sin miedo a agregar algo de sangre. Destaca especialmente el fantástico trabajo de la desconocida Dafne Keen como X-23, la joven mutante a la que Logan debe de proteger.
Este drama crepuscular echa mano de recursos propios del western y de los thrillers fronterizos, con un halo de tristeza y pesimismo que sobrevuela y empapa la historia en todo momento.
James Mangold lleva hasta sus últimas consecuencias un proyecto muy personal y se nota que ésta era la historia que Jackman quería contar sobre el personaje, entregándose a ella en cuerpo y alma.
33. Deadpool 2 (2018)
La secuela perdió a Tim Miller como director por desavenencias creativas con Reynolds, y David Leitch asumió el reto de producir una secuela que estuviese a la altura de su predecesora. El resultado es un simpático pero fallido pasatiempo, lleno de chistes y réplicas ingeniosas, pero con un arco dramático que no encaja demasiado bien con el resto del conjunto.
Exceptuando la memorable escena de presentación de X-Force, el resto es una historia bastante predecible que copia el típico modelo de película de superhéroes.
Lo que en la primera entrega era fresco y desvergonzado, en Deadpool 2 se convierte en un ejercicio de estilo demasiado consciente de sí mismo que se esfuerza demasiado en ser ocurrente a toda costa.
El frenesí de sangre, cameos y humor postmoderno funciona y entretiene, pero lo más memorable son las escenas post-créditos con un inmenso Ryan Reynolds riéndose (una vez más) de sí mismo.
34. Venom (2018)
Dirigida por Ruben Fleischer e interpretada por un excesivo Tom Hardy, Venom se convirtió en un auténtico éxito de público, garantizando de forma casi inmediata su secuela, prevista para 2020.
Híbrido entre una hiperatrofiada película de acción y comedia esperpéntica, la historia prescinde totalmente de relacionar al personaje con Spider-Man.
La crítica, por su parte, la despellejó sin clemencia, aunque muchos defendieron también su carácter lúdico y desenfadado, en un intento de recuperar lo “mejor” del cine de superhéroes de los 90. En la variedad está el gusto, claro que sí.
35. Dark Phoenix (2019)
Con la idea de cerrar la saga por todo lo alto, esta entrega de la franquicia es la última, ya que ahora los mutantes son (finalmente) propiedad de Disney y pasarán a formar parte del UCM eventualmente. Aunque aún no tenemos ningún dato (es un de los secretos mejor guardados por Marvel Studios), lo que está claro es que habrá un reboot y nuevas caras, como ocurrió con Spider-Man.
Prevista inicialmente para noviembre de 2018 y luego para febrero, la película tiene su fecha de estreno en cines el 7 de junio de 2019. La dirección corre a cargo esta vez de Simon Kinberg, productor de la franquicia que debuta como director, mientras que el reparto cuenta de nuevo con los actores habituales: Michael Fassbender, James McAvoy, Jennifer Lawrence, Jessica Chastain, Sophie Turner, Tye Sheridan, Nicholas Hoult y Evan Peters, entre otros.
La historia presenta a los X-Men enfrentados a su enemigo más temible y poderoso, nada más y nada menos que su compañera Jean Grey, que ha sido poseída por una misteriosa fuerza cósmica que la ha hecho infinitamente más poderosa, pero también mucho más inestable.
Las expectativas estaban más bajas que nunca y la inmensa mayoría de los aficionados queremos que nuestros mutantes favoritos se integren definitivamente dentro del universo compartido del que llevamos disfrutando desde hace más de 10 años.
36. The New Mutants (2019)
Este spin-off de los X-Men, pese a contar con rostros populares como Anya Taylor-Joy, Maisie Williams, Charlie Heaton, Alice Braga o Antonio Banderas, sigue en un misterioso limbo a espera de un estreno en cines que cada vez parece más difícil. Se rumorea que pude ser lanzada finalmente en streaming o emitida por la cadena de televisión Hulu.
Aunque no sabemos si Josh Boone hace justicia a nuestro grupo de jóvenes mutantes favoritos, los aficionados tenemos muchas ganas de ver (en el formato que sea) esta película que promete mezclar muchos elementos de cine de terror.
37. Morbius (2020)
El gran éxito de Venom dio alas a Sony para expandir su universo arácnido con personajes directamente relacionados con Spider-Man… pero sin Spider-Man. Si les funcionó con el simbionte, ¿por qué no iba a hacerlo con otro villano oscuro y atormentado? Y si además tiene la cara de Jared Leto (escapando de su polémico Joker), el éxito parece otra vez asegurado.
Dirigida por Daniel Espinosa, aún no tenemos mucha información sobre la película, excepto que Matt Smith (Doctor Who) también se ha unido al elenco, que su villano será un personaje nuevo nunca visto en los cómics (Loxias Crown) y que formará parte del mismo universo compartido que Sony comenzó a preparar con Venom.
Bonus Track
Los Marvel One-Shots son cortometrajes que completan los huecos existentes en la historia del Universo Cinematográfico de Marvel (UCM) y que se pueden encontrar en las ediciones digitales y de Blu-Ray de algunas de las películas. Generalmente se sitúan entre películas para dar sentido a transiciones de argumento, así como para dar protagonismo a personajes más secundarios.
Dos de ellos han servido de inspiración para series de televisión ambientadas en el MCU: Marvel´s Agents of S.H.I.E.L.D. y Agent Carter. Ya sabemos que estos pequeños cortos están integrados dentro del UCM, pero como no hablamos de ellos en nuestro mega artículo Éste es el orden cronológico adecuado para ver las películas y series de Marvel, hemos decidido dedicarles un espacio de honor aquí.
El orden cronológico es el siguiente:
- The Consultant (2011), con Clark Gregg como Agente Coulson.
- A Funny Thing Happened on the Way to Thor’s Hammer (2011), nuevamente con Coulson, que se postulaba para la serie de S.H.I.E.L.D.
- Item 47 (2012), situado despues de la lucha con los Chitauri en la película de los Avengers.
- Agent Carter (2013), con Hayley Atwell haciendo méritos para su serie en solitario.
- All Hail the King (2014), con Ben Kingsley intentando redimirse como Mandarín.
La fenecida editorial Malibu Comics produjo una serie de comerciales para promocionar su línea Ultraverse, y que fueron incluidos en el lanzamiento en VHS de un cortometraje basado en uno de sus títulos principales, Firearm. Marvel Entertainment compró la editorial Malibu en 1994 y muchos de sus personajes se integraron en una tierra alternativa. Sabemos que es una rareza pura y dura, pero es una oportunidad para ofreceros un interesante documento, aprovechándonos de su tangencial relación con Marvel.
Basado en el cómic de Firearm del universo Ultraverso, este cortometraje acompañó originalmente a Firearm # 0 como una especie de regalo para los lectores. También se incluyen diversos spots de televisión de la compañía.
Creados por Lowell Cunningham y Sandy Carruthers, los Men In Black triunfaron en la gran pantalla en 1997, iniciando una rentable franquicia que en 2019 presenta su última entrega, MIB International.
Después del éxito de la primera película, Marvel lanzó una serie de cómics sobre los personajes, Originalmente publicados por Aircel Comics, sus derechos pasaron después a Malibú y finalmente a Mavel Comics, que lanzó dos precuelas de la película, una adaptación y una secuela.
Aunque no se han publicado más cómics, es de rigor mencionar que Marvel tiene mucho que decir también en sus apariciones cinematográficas.
El conocido como Millarworld, el personal universo que enmarca las creaciones en el cómic independiente del guionista escocés Mark Millar, ha ido desarrollándose a lo largo de los años y hasta muy recientemente, en el sello Icon de Marvel Comics.
Por tanto, las versiones cinematográficas de Kick-Ass y Kingsman (y sus respectivas secuelas) deben ser incluidas dentro de nuestra lista de producciones basadas en personajes de cómic en las que Marvel tiene participación.
Dirty Laundry (2012) es un cortometraje dirigido por Phil Joanou basado en el personaje del Punisher y protagonizado por Thomas Jane (retomando su papel en la película de 2004) y Ron Perlman.
Esta especie de continuación espiritual de la película del 2004 se proyectó por primera vez en el 2012 San Diego Comic-Con de San Diego del 2012 y fue alabada por la crítica y por los fans, que vieron en ella un posible prólogo a la mejor adaptación del personaje.
Una de las preguntas que todos los fans nos hicimos después de Captain America: Civil War (2016) fue dónde estaba Thor. Pues bien, Taika Waititi, que posteriormente dirigiría Thor: Ragnarok (2017) escribió y realizó un breve y divertido mockumentary (falso documental) donde se explicaba a qué se dedicaba el dios del trueno mientras sus compañeros se peleaban unos con otros.
El cortometraje, titulado Team Thor o While You Were Fighting: A Thor Mockumentary, es uno de los Marvel One-Shots a los que nos hemos referido más arriba y, en nuestra humilde opinión, el más divertido de todos.
Resulta que Thor, tras el desastre de Sokovia, necesitaba tiempo para él y había decidido irse a Australia, donde realiza labores comunitarias y comparte casa con un graciosos personaje llamado Darry Jacobson, que no acaba de acostumbrarse a tener de compañero de piso a un dios y vengador.
Por cierto, Darry sobrevivió al chasquido de dedos de Thanos, pero su vida sigue siendo bastante complicada. ¿Veremos algún día un spin-off del personaje?
Si os preguntáis por qué no hemos hablado del proyecto de la película de Gambit protagonizado por Channing Tatum y que ya ha perdido a dos directores (Doug Liman y Rupert Wyatt), no podemos ocultar que no confiamos que esta película llegue a realizarse.
Tras la fusión de Fox y Disney, está claro que el proyecto de Tatum tendrá que esperar o posponerse definitivamente. ¿Alguien más aparte de él creía que iba a realizarse la película?
Excelsior!
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Fuente: successacademy.edu.vn
Categorías: Cómics